Un final, un comienzo
Una lista interminable de ideas, el cuadro infinito y los fantasmas de turno.
No os asustéis, el titulo de esta newsletter no tiene nada que ver con que vaya a desaparece la misma, al final de esta lo entenderéis. El caso es que para empezar ha pasado un mes desde la última vez que me puse delante del teclado para escribir mis cosas en este espacio, y siendo sincero conmigo mismo, era muy exigente por mi parte querer hacer una newsletter nueva cada dos semanas. Así que amigas, como mínimo (si no es que me agarra un pronto) la newsletter pasa a ser mensual, pero de nuevo os digo, como soy tan imprevisible y poco ortodoxo con según que cosas, prefiero no ponerme limites ni normas y escribir cuando me lo pida el cuerpo.
Como ya os comenté en el pasado, tengo un encargo muy grande en todos los sentidos. Se trata de un lienzo de 3 metros de largo por 2 metros de alto. En cuanto me lo encargaron, empecé a hacer bocetos, pero me quedé con la primera idea, una escena de playa, con dos personajes compartiendo fruta.
Intenté hacer otras cosas pero esta imagen no me abandonaba, así que me entregué a ella. Es curioso como muchas veces son las imágenes las que nos eligen a nosotros y no al revés. Tengo muchas y muchos compañeros de oficio que hacer muchos bocetos siempre, pruebas y pruebas diferentes hasta dar con la imagen que ellos quieren, pero por lo general, un servidor, tira mucho de intuición y como mucho suelo hacer 3 o 4 bocetos con ideas diferentes. El caso es que he hecho muchas versiones de esta idea, quizás para entrenarla, quizás para ir puliéndola.
A los clientes les gustó la propuesta, ahora solo quedaba una cosa, ponerme manos a la obra. Quizás no era consciente realmente de las proporciones de la pieza, el caso es que he necesitado mucho tiempo de estudio de la misma antes de atacar la obra final. Eso me produjo alguna que otra duda e incluso frustración en algún momento.

La frustración se fue disipando cuando (sorpresa) empecé a trabajar en la obra final, viendo como mi cuerpo se relacionaba con el lienzo. A mis alumnas del curso de ilustración muchas veces les animo a que dibujen de pie. Para mi hay una linea dentro de las proporciones del formato en el que esté dibujando o pintando, que suelo traspasar, y es darme cuenta de que ya no estoy dibujando solo con la mano, si no con el cuerpo entero. Cuando el papel, o en este caso el lienzo, es grande, uno necesita alejarse para mirarlo, acercarse, cambiar de perspectiva, apoyarse con el cuerpo sobre el mismo lienzo, y eso hace que sea una experiencia física completa.


SPOILER: Aún estoy trabajando en la obra final y estaré muy contento de enseñárosla acabada, pero de momento me apetecía mostraros el proceso, que como siempre, es algo que a mi me gusta ver de los demás y he considerado oportuno enseñarlo por aquí a vosotras mi pequeña comunidad de seguidoras. Como bola extra os pongo una foto de como está yendo el asunto a día de hoy:
Por hoy me despido porque considero que “vaya temita” os he traído, bastante grande (nunca mejor dicho) como para darle el protagonismo de esta newsletter. Aún así, como colofón quería daros las gracias a todas las que habéis compartido la ilustración y el video de instagram donde me grabé llamando a la acción para compartir piezas de artistas a favor de embargo de armas de Isr4el. No tenia previsto que se compartiera tanto y me alegra pensar que haya podido servir para algo, como pequeño granito de arena por la causa Palestina.
Si queréis apoyar y compartir, tengo una serie de ilustraciones de descarga gratuita para que las podáis imprimir, colgar o lo que os apetezca en este enlace. Muchas gracias de nuevo y os dejo con mis tres recomendaciones. Nos leemos pronto!
El pasado martes tuve un día duro, mucho trabajo y mucha ansiedad. Por suerte encontré la medicina perfecta, y es este directo de Nils Frahm.
Otra píldora para curar el alma en días caóticos es la de Dustin O'Halloran, autor de la canción “An ending, a beginning” (un final, un comienzo).
Una frase del escritor y piloto Richard Bach sobre cómo nuestras creencias moldean nuestra realidad: "Defiende tus limitaciones y, sin duda, serán tuyas." Richard Bach está hablando del poder de la mente y las creencias: muchas veces no es la realidad la que nos limita, sino nuestra manera de pensar. Si estás convencido de que no eres capaz de algo y lo repites o justificas, estás reforzando esa limitación. Es como decir "Si te pasas el día diciendo que no puedes hacer algo, tendrás razón: no lo harás."






Hola Chema.
Tus sugerencias musicales me transportan, no sé muy bién dónde, pero sin duda es un lugar agradable y lleno de paz, esa que tanta falta hace en demasiados sitios hoy en día y me refiero a ambas direcciones, de detro hacia fuera y de fuera hacia dentro. No sé de qué sirve tanto guerrear.
No hace falta que te repita lo del gran formato, pienso que tiene una fuerza y una libertad muy grande, te permite respirar más, moverte, dejarte llevar y hacer que la obra sea más impactante y tenga más presencia.
Es como abrir una ventana mayor para expresar todo lo que llevas dentro y además, conecta de otra forma con quien la mira, les envuelve.
No tengas miedo al espacio, en un lienzo grande, cabe más de todo.
Tengo la corazonada de que te irá estupendamente.
Buenas pinceladas y un abrazo.